REFORMA / Redacción
Letras explícitas sobre descuartizados, consumo, tráfico de drogas e historias generadas por la guerra en las calles entre cárteles rivales dan vida a los "corridos enfermos", parte del denominado Movimiento Alterado.
"Con cuerno de chivo y bazuca en la nuca, volando cabezas al que se atraviesa, somos sanguinarios, locos bien ondeados, nos gusta matar", reza la estrofa con la que inicia el corrido Los Sanguinarios, que lo mismo canta temas de los grupos Komander, los Buknas o Los Buchones de Culiacán.
Según José Alfredo Ríos, de Komander, ellos simplemente son reporteros de la realidad que vive México.
Su movimiento es seguido por jóvenes denominados buchones, un término que se acuñó en Sinaloa. Existen versiones de que gente de la sierra bajaba con dinero a la ciudad y en los bares no sabía pedir el whiskey Buchanan's.
El buchón viste playeras con grandes símbolos o letras de marca, como Ed Hardy y Dolce&Gabbana, rosarios de oro, relojes finos, varios teléfonos y una bolsa también de marca, en la que, se supone, lleva un arma y dinero.
Otra característica es que utilizan internet para promocionar a los cantantes de "corridos enfermos", ya que su estilo está vetado en la radio comercial, afirmó Omar Valenzuela, promotor de estos grupos musicales.
En Colima, Nayarit, Jalisco, Durango, Zacatecas, Sonora y Baja California esta moda se hace presente en bailes populares y antros exclusivos.
En Estados Unidos ha llegado a California, Texas, Arizona, Illinois y Ohio. Incluso, el pasado jueves el Movimiento Alterado presentó en Hollywood su más reciente disco y su película.
Para Rogelio Barba Álvarez, criminólogo de la Universidad de Guadalajara, este fenómeno puede ser catalogado como una subcultura criminal que implica un riesgo social porque cada día podría haber más jóvenes queriendo ser narcos.
Y las cifras lo demuestran. De los 22 mil muertos que ha dejado la guerra contra el narco en lo que va del sexenio, 11 mil son menores de 25 años.
Vestida de Ed Hardy, con uñas acrílicas con piedras brillantes, cabello negro largo hasta la cintura, aretes grandes y cinto llamativos, así sale Karina "N", de 22 años, a bordo de su Mustang gris 2010 rumbo al principal centro comercial de Culiacán.
En la actualidad, las mujeres se han inmiscuido en el narco a la par que los hombres, según las estadísticas del Instituto Sinaloense de las Mujeres y el Consejo Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar.
Tan sólo en el 2010 han sido asesinadas 94 mujeres, de las cuales el 60 por ciento mantenía relación con grupos delictivos.
"Esto es la onda, las troconas, los carrazos, los batos te dan todo, yo nunca ando sin dinero, siempre mis jales (novios) me tratan como reina", dice Karina.
"¿Qué me piden a cambio?, pues todo, desde vender mota hasta que me acueste con sus amigos, pero eso no me importa, la cosa es estar dentro porque tenemos muchos beneficios", asevera.
Karina pertenece a la moda de los buchones.
Quiere ser narco
"¿Por qué no estudias?", se le pregunta a un alumno de secundaria. "¡Para qué, yo quiero ser narco, quiero traer mucha lana, quiero traer muchas viejas!", responde el adolescente originario de Guadalajara, Jalisco, a quien le gustan los narcocorridos del movimiento.
Por las camionetas, las armas, y el dinero, Luis Gerardo, de 14 años, quiere ser narcotraficante, formar parte de la "maña", ser un "shaka" o ir más alto, como Ignacio "Nacho" Coronel, capo del Cártel de Sinaloa abatido el 29 de julio por el Ejército en Zapopan.
"Me llaman la atención los carros", dice, "las Ram y las Lobo".
Asegura que no ha cometido delitos, pero no le importaría "fletarse" en una balacera.
Alfredo Rico Chávez, coordinador de Sociología de la Universidad de Guadalajara, señala que está influencia se debe a que los narcos representan poder.
"Todo lo que está ligado al poder, a la trascendencia, a la fama, evidentemente que es seductor y atractivo para cualquier sujeto", asegura el especialista.
También influye que la violencia se ha vuelto algo natural en las personas y el narco representa una posibilidad de ascender económicamente, según Rico Chávez.
En tanto, María, maestra de una secundaria de Jalisco, afirma que los docentes del plantel consideran que dos de cada 10 alumnos, incluso niñas, quieren dedicarse al "negocio".
La expansión del Movimiento Alterado ha llegado a Estados "rivales", como Chihuahua, donde tiene presencia el Cártel de Juárez y su brazo armado llamado "La Línea", pero ha pagado los costos.
El cantante conocido como "El Halcón de la Sierra", quien se atrevió a hacerse notar con este estilo en Chihuahua, fue ejecutado el pasado 19 de octubre junto con dos de sus músicos.
Este artista había acumulado un historial de música buchona en el noroeste de Chihuahua, en la que hacía alarde en sus temas de su cercanía con el Cártel del Chapo Guzmán, como el llamado "El negocio cuajado", tema que llegó a cantar con el también ejecutado Valentín Elizalde.
A pesar de los límites, Michoacán, entidad con presencia del cártel de "La Familia Michoacana", ha tenido bailes de estos grupos.
En Uruapan y Apatzingán ha tocado Komander logrando atraer a miles de jóvenes.
Según la Secretaría de los Jóvenes en el Estado, dicha corriente aún no tiene notoriedad.
"Hay más emos, darketos o skatos, pero esta moda de los buchones podemos verla en Uruapan o Apatzingán, sin que sea una corriente juvenil como tal", dice Enrique López, vocero de la dependencia.
En las redes sociales la realidad es otra:
"Chingón compa Komander, ya lo quería la gente en Morelia. Pinche gentilla, no somos de Sinaloa, pero somos michoacanos", es el tono de los comentarios.
'Me gusta lo bueno y disfrutar'
Un alto ego, botas, sombrero y una cruz al pecho son la base. La cita es el Ruedo Jefe de Jefes, en Los Reyes-La Paz, al oriente del Estado de México.
El cartel anuncia a Komander, el grupo más exitoso del Movimiento Alterado, que aglutina a más de 30 bandas, en su mayoría sinaloenses que tocan corridos que enaltecen a los capos de la droga y sus sicarios.
Una bocina anuncia a todo volumen el concierto del Komander, quien alterna con Los Buitres de Culiacán, El Zorro del Desierto, y Época Norteña. El boleto cuesta 200 pesos.
La mayoría viste como si fuera a cualquier fiesta. Los buchones no. Tratan de que la marca de su ropa se asome, sus joyas brillen, la hebilla brinque y su porte envidie.
"Hay que disfrutar la vida y cada quien gasta su dinero como quiere. Me gusta lo bueno", sonríe Edmundo, un buchón que gusta de los corridos "sanguinarios".
"Se acabaron los corridos de antes, de esos de los Tigres del Norte y los de Nuevo León. La onda es sinaloense, el corrido es más versátil, más marcado y esos tololoches le ponen más sabor al corrido. Se oye más cabrón", refiere el joven de 22 años, quien porta una cruz de oro colgada al cuello.
Y suelta una frase de la canción "A 10 tiros por segundo" de El Komander: "En vez de amuleto un cuerno resulta más efectivo pa' resolver los problemas pa' destrozar enemigos".
Las miradas buchonas retan. La pose es altiva, con los pulgares en las bolsas del pantalón. El saludo es como jalando el gatillo.
Los buchones reconocen que andan "jalando". Que andan trabajando en eso que dicen los corridos. Otros, apenas se asoman a este movimiento.
Esta tendencia está pegando. Por los corridos y su ambiente. Pero también por lo que representa ser buchón. Vestir bien, andar en autos elegantes, armado, con dinero en las bolsas y una mujer de buenas formas tomada de la cintura.
"Ser una mujer buchona es correr el riesgo. Te compran tus lujos y hasta los estudios. Las mujeres no traficamos, somos las beneficiarias de las ganancias", ríe Diana, quien busca nuevo buchón. El anterior, dice, está en prisión.
Las amigas de Diana parecen maniquíes. Cabello suelto a la cintura, tacones altos, collares de oro, bolsas "Muse", "Birkin" o "Devi Kroell", cuelgan en sus hombros. Recuerdos de sus anteriores parejas.
El whisky es la bebida favorita de los buchones. Piden Buchanan's, de 18 y 12 años, que en el rodeo oscila entre los mil 800 y los 2 mil 500 pesos. O bien, Tequila Gran Patrón con un costo de 6 mil a 7 mil pesos en bares.
Durante la tocada se avientan al zapateado y gritan "plebada", "puro fierro" y "puro Sinaloa". Los Buitres de Culiacán se arrancan con "Mentalidad enferma".
"Me dicen maniaco enfermo, enfermo estoy de la mente, no me anden haciendo panchos pues los destrozo en caliente", empiezan. A cada frase un sonido de ráfaga de una AK-47.
Komander rompe plaza. "Me apodan Ejecutor, soy el que cobra las cuentas, soy el que levanta lacras, el que cabezas revienta, con un comando de muerte aseguramos la empresa", canta Alfredo Ríos.
En las mesas, los buchones se divierten. Coinciden en ser caprichosos. Poseer una Hummer blindada deportiva, con una calavera de oro blanco incrustada, una pistola con cacha de oro y rodeado de mujeres.
"Pues entonces para qué es la vida", grita uno en el barullo.
Es la onda buchona. La del lujo, drogas y armas. Aunque dure poco.
Con información de Benito Jiménez