lunes, 7 de septiembre de 2009

Y la cultura también

Hace algunos días, y después de mucho tiempo de no hacerlo, volví a pararme en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de los corredores bicentenarios y los bailes jacksonescos. Entre Remedios Varo y Yishai Jusidman (bastante loco el señor pero con una aplicación de la técnica y efectos visuales geniales en sus pinturas), me dirigí a la librería para conseguir unos folletitos de algunas exposiciones que encontré a la medida para mis 'mostritos' de la clase de pintura. Pregunté cuándo se terminaban las expocisiones que me interesaban, para que mis muchachos fuesen a verlas, y la señorita que atendá el local no supo darme una fecha concreta para ninguna de ellas. "Se nos acabó el presupuesto", me dijo, "y no podemos montar nuevas exposiciones, algunas las cerraremos para abrir otras porque nos falta gente y no podemos cuidarlas todas, pero no tenemos fecha exacta para ninguna"; lo cual me dejó pensando en muchas cosas, sobre todo en la palabrita 'presupuesto'.

Es sorprendente que te digan en un museo que se les acabaron los recursos, no lo es tanto cuando todos sabemos que, desgraciadamente, el presupuesto destinado a la cultura ha sido mutilado recortado año trás año, sexenio trás sexenio. Y tal vez sea un pronóstico apocalíptico, pero la cultura parece ser cada vez más una especie en peligro en extinción en nuestro país.

Como ya comentaba MxRush (en este post), los gobiernos (priistas y ahora panistas) siempre se han preocupado -supuestamente- por atraer las inversiones extranjeras, en hacer crecer a la economía mexicana, el petróleo y otras chunches con el pretexto de buscar el bien común del pueblo, pero han apartado los ojos de otros rubros también importantes para nuestra sociedad: la cultura, la educación, la ciencia y la tecnología. En el caso de la cultura, desde el 2006 ha sufrido recortes drásticos al presupuesto. En el 2007 fueron 2 mil millones de pesos de recorte, los cuales fueron asignados al ejército para reforzarlo y mandarlo a una guerra infructuosa contra el narcotráfico (si a mí me preguntan fue dinero tirado a la basura). Aparte de esto, y para agregarle una raya más al tigre, si no te llamas Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), u otra institución más o menos reconocida, olvídate de recibir un apoyo económico decente.

El problema no se trata sólo del recorte, sino de difusión. Estamos en un país donde se le da más apoyo en diferentes medios al récord por bailar Thriller en el Monumento a la Revolución (son diversas las formas en que podemos faltarle el respeto a un monumento histórico), se gastan cantitades obscenas de dinero para tener en el Zócalo a Alejandro Fernández, Belinda o cualquier artista de moda para darle pan y circo al pueblo, y con una televisión (salvo el Canal 22, porque Sariñana le va a dar en la madre al Canal Once) que no se preocupa por contar con algún programa donde se difunda la cultura. Los espacios para las diversas expresiones artíticas también se han visto mermadas, cosa que no pasaba hace varios años.

No es mi idea que todos seamos eruditos respecto a la expresión artística, ni que 'filosofemos' a lo Monsiváis, pero sí estoy a favor de cultivarse en cuestiones de conocimiento y cultura, y creo que se subestima mucho el valor de la cultura en nuestras vidas. Ya lo decía MxRush: "un pueblo inculto y sin empleo es un caldo de cultivo ideal para empresas ilícitas". Cierto, la situación actual del país requiere de priorizar las necesidades, pero la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura parece que no son, o nunca han sido, prioritarias para el país de acuerdo con los políticos. Entonces ¿cuándo?

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