Hace algunos días, el señor Exegeta me abordó para sugerirme un tema para este blog —todo esto mientras él malgastaba mis recursos técnicos para leer todos los posts de este espacio y mi blog, los cuales nunca lee debido a sus "múltiples ocupaciones" hasta que me visita y me encuentra conectado a internet.
Oye güey —me dijo Exegeta.
¿Qué güey? —pregunté con el mismo tono de todo aquel que pregunta.
¿Por qué no hablas de House? —preguntó Exegeta—, estaría chido.
¿De House? —contesté con lo que las madres consideran una falta de respeto: contestar con una pregunta.
¿Hay eco aquí pendejo? —también irrespetuosamente— ¿Por qué estás repitiendo lo que digo cabrón? —preguntó contrariado mientras miraba a los lados— Y, sí güey, postea algo referente a Dr. House.
¿Cómo pa' qué güey? —le pregunté con mucha desconfianza.
Pues para que ya no postees tus pendejadas, quejas, traumas, cosas ambiguas; por ejemplo.
Mmmmm... —dije, y me quedé reflexionando acerca del tema.
Así que, yo que me debo a mi público —MxRush y Exegeta—, estuve inspirándome y recabando información por horas para escribir un post bastante documentado, objetivo y estudiado, acerca de la serie de televisión Dr. House:
House es la neta del platena, un chingonazo —la riatatán en lenguaje burdo—, y yo quiero ser como él cuando sea grande.
Listo señor Exegeta.
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