miércoles, 22 de octubre de 2008

Crónica de una expo anunciada

A pesar de mi gusto por las historietas y series de animación -porque todos tenemos un lado oscuro que tratamos de ocultar-, nunca fui muy asiduo a las convenciones de historietas (aquí en México se llaman "historietas", y antes 'cuentitos', que le digan 'manga' en Japón, 'comics' en los E.U., y 'teleo' en Europa, pero aquí son historietas). Habré asistido a dos de ellas, y la última a la que fui coincidió con la primera y última vez que se me ocurrió la "grandiosa" idea de participar en un concurso de dibujo -cuando no dibujas 'Spider-mans', 'Supermans', 'Gokus', o los personajes de la serie de dibujos animados de moda, ni las gracias te dan y pierdes toda oportunidad de hacer algo relevante en este tipo de eventos.

Este fin de semana tuve la oportunidad de asistir, por tercera vez, a otra convención: la TNT. En esta ocasión, no concursé, no compré, ni pagué por la entrada, porque iba como equipo de apoyo de mi primo, a quien mandaron a cubrir el evento; osease que entré disfrazado como miembro de la prensa. Mi misión consistió en tomar fotografías.

Tip de supervivencia para las convenciones de historietas #1: ¿Cómo llegar al lugar del evento cuando la ubicación le es desconocida? Pregunte por una referencia del lugar -una estación del metro, por ejemplo-, una vez allí, dedíquese a seguir a los especímenes raros, ellos seguramente también van al mismo evento. Usted debe ser capaz de distinguir a un 'Naruto' de un 'darketo' o un 'emo', de lo contrario usted terminará en el tianguis del Chopo o en la Glorieta de Insurgentes.

Al ingresar al lugar del evento, el Centro de Convenciones Tlatelolco, uno se siente importante entrando como prensa: no haces cola (con lo que puedes levantar el dedo índice sobre la frente, extender el pulgar perpendicular a éste, y dibujar una hermosa "L" para dedicarle a los demás un 'looser' porque tú vas a entrar mucho antes que ellos), por lo que te sientes una especie de "Leeloo Dallas mul-ti-pass" donde crees que puedes transitar por los confines del infinito y más allá... del evento. Después de que te apuntas en la mesa de registro, das fe y legalidad de que eres quien dices ser, y te marcan como res (con un sello de 5 centímetros de diámetro), ya estás listo para pasar al rastro, y a la convención. Hicimos un vuelo de reconocimiento para ver los stands, las salas, los eventos, tipos raros vestidos más raramente, y algunas mujercitas vestidas con prendas diminutas (¿A quién le importa de qué personaje vienen disfrazadas cuando nuestra ignorancia es inversamente proporcional a la ropa que llevan puesta?).

Tip de supervivencia para las convenciones de historietas #2: ¿Qué es el 'cosplay'? Es el disfrazarte de tu personaje de historieta, videojuego, película o serie de animación preferidos (incluye la confección de la ropa y la caracterización completa del personaje). Una actividad muy frecuente en aquellos seres humanos con mucho tiempo de sobra (a causa del rechazo de la sociedad hacia ellos y la falta de una vida social productiva).

Conforme transcurrían los minutos, el lugar comenzaba a llenarse con más gente, los apretujones y empujones -en demasía- me hicieron desear estar en el transporte colectivo durante las horas pico. Dejamos que la inercia de la marabunta nos llevara a nuestro siguiente destino: la sala del 'cosplay' (véase tip de supervivencia #2).

Voy a ahorrarles los detalles irrelevantes del desfile que presencié (la serie en que se inspiraron, de qué personaje estaban disfrazados, cómo se veía el disfraz, etc.). Cuando observé este espectáculo, me encantó escuchar las razones que les llevó a disfrazarse de tal o cuál personaje: "es que es un desgraciado", "me encanta porque está desquiciado y loco", "es una maldita", "es que ella no tiene escrúpulos"; lo que me despejó cualquier duda acerca de sus facultades mentales y rol social. El único que me pareció sensato fue alguien que estaba disfrazado de Tortuga Ninja (debo aceptar que su disfraz era bueno y muy bien elaborado), el cual se notaba que lo hacía más por echar desmadre que por enaltecer el espíritu de la expo (esto último es lo que creían hacer los otros bichos raros).

Hicimos un receso para ingerir algunos alimentos, por lo que decidimos salir a comprar alguna torta porque ni de loco pensaba meterme las bolas de arroz, bollos, y otros alimentos típicos de las series de animación japonesa que vendían en aquel lugar (¿Acaso creen que si comen esas cosas en exceso los ojos se les van a ensanchar de tal forma que ocupen dos tercios del rostro y que la boca les va a medir un centímetro?) Nos disponíamos a salir por el acceso más cercano cuando dos 'monitos', del honorable y siempre respetuoso cuerpo de seguridad, nos dijeron: "si se salen ya no regresan ¿eh?, si quieren regresar tienen que salir por Lerdo"; así que nos dirigimos a la otra salida, que estaba hasta el otro extremo del centro de convenciones. Durante el trayecto, fuimos presa del más horrible aglutinamiento de seres humanos (algo así como ese video de Britney Spears donde todos se restregaban sus cositas mientras sudaban en exceso). Sentí que mi vida pasaba frente a mis ojos, pero no recordaba verme vestido como mujer y con maquillaje en alguna etapa de mi pubertad, hasta que me percaté que no eran mis vivencias las que desfilaban frente a mí, sino otros tipos, mucho más raros que los anteriores, montados en su 'cosplay'.

Tip de supervivencia para las convenciones de historietas #3: ¿Cómo hacer un concurso de cosplay con hombres disfrazados de mujeres y viceversa? Divídalo en dos categorías: masculino y femenino; y a estos seres andróginos métalos en las dos categorías para que aumenten sus posibilidades de triunfo. Puede existir la probabilidad de que, ante la exposición pública, no les queden ganas de repetir tan flagrante falta. Si aún así insisten en reincidir, mándelos a la marcha del orgullo gay para que estén donde deben estar; igual y descubren cosas acerca de su sexualidad que jamás contemplaron.

Cuando por fin llegamos a la otra salida, los cuates del staff nos demostraron que podían ser más irrespetuosos, prepotentes y pedantes, que el cuerpo de seguridad: después de una buena regañiza nos regresaron al acceso principal. Así que a cruzar todo el lugar de nuevo, un tercer round para que nos dejaran salir, y por fin a comer.

Para volver a ingresar nos echamos un cuarto round. La felicidad y expectativas que nos inundaban cuatro horas antes, se transformaban en la necesidad por volvernos asesinos en serie. Más aún, cuando uno de los organizadores, quien nos había prometido una entrevista para las 3:00 p.m., nos dejó plantados. Mejor era resignarse y asistir al evento principal: el concierto de JAM Project (grupo japonés dedicado exclusivamente a hacer temas para series de animación).

Antes de ellos tocó Gasara (no los conocía y era mejor no haberlos conocido), todos enfundados en sus disfraces sacados de "El Tigre y el Dragón Conocen a los Munsters". Estábamos mi primo y yo haciendo una crítica 'ojetiva' -que si el mal sonido, aspectos técnicos, que si el gordo (sí, ese que canta el tema de Dragon Ball Z en español) estaba descuadrado, que las chicas del coro provenían de Sullivan, etc.-, cuando se me ocurrió voltear hacia la audiencia. El cuadro era el siguiente: sin audio, jurabas que estabas en un concierto del Tri; con audio, la multitud estaba a punto de armar el slam a ritmo de temas como la entrada de "Caballeros del Zodiaco", entre otros (me hubiera encantado la imagen del slam al son de "te quiero yo y tú a mí" de Barney). El ánimo no decaía, pues cada que terminaba una canción se la pasaban preguntando "¿les gusta el anime?", "¿les gusta la TNT?"; mientras yo me la pasaba preguntándome "¿tienen vida social?", "¿acaso son unos rechazados sociales?"

Tip de supervivencia para las convenciones de historietas #4: ¿Qué no hacer cuando la multitud está desesperada por ver a un grupo al que ha esperado por años y su presentación se retrasa algunos minutos? Pedirle a los animadores del evento que hagan estupideces para apaciguar a la turba, tales como las advertencias al público para que no se empujen y segundos después arrojarles playeras y regalos.

Cuando JAM Project, por fin, salió al escenario, mi primo y yo caminábamos rumbo a la salida más cercana, antes de comenzar a matar gente.

Hubo dos cosas rescatables de este evento. Primero, una chica de la mesa de registro, que fue la única que nos trató como seres humanos, aparte de ser muy amable, y a la cual no pudimos agradecerle las atenciones (ya no la encontramos cuando nos retiramos del lugar). Segundo, mis respetos a la gente de la prensa (reporteros, fotógrafos, y todos aquellos que van en busca de la noticia), hay que tenerle amor a la camiseta para dedicarse a esto. A nosotros no nos tocó ni la milésima parte de lo que ellos viven, pero, aunque sea por un día, me di cuenta de lo que sacrifican, el trato que reciben (a veces tienen hasta menos privilegios que cualquier otra persona), y lo arduo de su trabajo.

Para todos ellos, mi reconocimiento por una labor encomiable. Y para ella (la chica de la mesa de registro), gracias.

terrorismogramatical.blogspot.com

5 comentarios:

Elisa T Hernández dijo...

Me acordé de varia cosas...
1) Yo alguna vez fui a una convención ce comics o historietas como dices. Y no me arrepentí de nada, de hecho me gané premios. No, no soy tan "friki", las preguntas eran de cosas normales como los simpsons o el señor de los añillos. Y gané cosas por el estilo: camisetas y boletos para la premier del señor de los anillos 2 en 6 flags, así que de eso no me quejo.
2) Si!, si te sientes friki por ir a esas cosas es que lo eres, pero aguas, siempre hay alguien más friki que tú.
Como bien dices, había gente digamos caracterizada, jajaja. Y bueno, los escotazos y las miserias también eran comunes de percibir con esas ropitas. En fin, que adentro podía diferencias a dos tipos de personas: los que iban vestidos de civiles y las caricaturas (ya después hay subdivisiones, como los nerds, los gordos star wars (sin ofender), los que viven en la tierra media y etc.) Bueno, bueno, a lo que iba es que llegó un momento en que ya no sabía quienes eran más frikis, si los que iban disfrasados o los que no, pero que les pedian fotos a los que sí.....ya me imagino al otro día en la escuela diciendo algo como: "y me tomé una foto con todos los personajes de dragon ball" chalexxx!!
3) Uno crece (bueno, algunos)...(y si se dá el caso) y te das cuenta de estas cosas tienes dos posibilidades: a) o te ries de ti mismo y aceptas el desliz o b) lo ocultas en la más obscuro de tu pasado, alma y pensamiento. Y te arriesgas a que un día frente a tu novia(o), jefe o hijos salga la conversación, te topes con un amigo friki y te deje en ridículo.
;)
soy de los a).

Chacha dijo...

Gracias por tu comentario Tulia.
Lo del oscuro pasado es algo que en realidad sigue pasando: me gusta la animación (no sólo la japonesa) y de las historietas me he alejado bastante (la última que leí fue "Operación Bolivar" de Edgar Clements, que en realidad es novela gráfica). La referencia fue, precisamente, para reirme un poco de mí mismo (como tú dices).
En cuanto a las caracterizaciones, creo que es algo normal en el ser humano. Por ejemplo, yo siempre estoy disfrazado de la Chacha (no me refiero al traje de la servidora doméstica, sino mi atuendo habitual), y de vez en cuando me acuerdo de disfrazarme de gente decente.
Al final de cuentas, en gustos se rompen géneros y cada quien sabe lo que hace con su vida. Algunos son felices disfrazándose, y otros -más amargados- criticándolos y haciendo escritos irreverentes en los blogs (Já).

mxrush76 dijo...

MMM solo una cosa, el conjunto de frikis es finito luego entonces, siempre existirá el más friki de todos...

Kriega dijo...

Miguel,
Es falso que un conjunto finito ordenado siempre tenga un elemento maximal, esto solo ocurre si se cumple la "propiedad del buen orden". Hay ordenes parciales (relaciones antisimetricas, transitivas y a veces reflexivas) que no admiten elemento maximal ni minimal.
Luego, puede que no exista "el mas friki de todos"
Saludos

Chacha dijo...

¡Wow! Es increíble que un sólo post pueda contemplar varias disciplinas.

Esto ya es todo un taller literario. Jajaja.