Hace algunas horas del pasado lunes, un amigo y yo fuimos a un restaurante, de estos con el color naranja predominante en la decoración, para degustar un rico café acompañado de una buena ración de tabacos. Entre los diversos temas de conversación, entre bromas y con nostalgia, platicábamos que ésta resultaba nuestra última salida a tomar café, terapia y actividad recurrente. Estuvimos tentados a contratar unos mariachis que nos tocaran "las golondrinas" y darle vueltas al Ángel de la Independencia para después ponernos hasta las manitas con hartos litros de alcohol que nos ayudaran a ahogar nuestras penas y como parte de los festejos.
Al igual que el título que hace alusión a la película de Alain Resnais Smoking/ No Smoking, (1993, Película de la que no quiero dar detalles fiel a mi tradición de no echar a perder contándoles el final y que recomiendo para los que no la han visto, y para los que ya lo hicimos espero lo repitamos), vamos a ver que tanto nos cambia el azar, la vida, o la salud, la aprobación de esta polémica, autoritarista, represiva, puntual, adecuada, y no sé que tantos adjetivos con que se ha bautizado esta ley anti-tabaco. Ésta, al más puro estilo de empresario de box preparando la cuarta pelea Márquez vs. Vazquez, ha polarizado opiniones al respecto, las cuales pueden englobarse en los dos grupos involucrados: en la esquina roja, con calzoncillo blanco y libre de humo... los no fumadores; en la esquina azul, con nicotina y alquitrán, y dientes amarillos... los fumadores.
Por principio de cuentas yo soy fumador, y con esto habrá más de uno que pensará que obviamente voy a defender la postura de los fumadores, y está en lo correcto; pero también me preocupa el no-fumador. Dicho lo anterior, dispongámonos a herir suceptibiladades y transgredamos a la moral.
Empecemos con el dichoso móvil, propósito o pretexto para aprobar la ley: los daños a la salud. Cierto, procuremos la salud de todos (las miles de muertes en México a causa del tabaco no son chiste), y en ese aspecto no tengo quejas pero... ¿basados en qué modelo preventivo establecieron estas prohibiciones?. En el poco tiempo que llevo trabajando en la prevención en materia de adicciones, hace apenas un par de años pero aprendo rápido, se supone que todo modelo preventivo está basado en el respeto, y esto no se trata de que me respeten como fumador únicamente, sino que yo también debo respetar a mis congéneres que no fuman y no hacer algo que agreda su libertad de respirar. Si hablamos de respeto, en esta ley no deberiamos utilizar la palabra "prohibición" y si estamos de puristas, como los señores del pleno y siguiendo con tan mentada prevención, se permite la conjugación de este verbo siempre y cuando se ofrezcan las herramientas que nos permitan, a los fumadores, poder respetar la ley. Ustedes dirán y ¿por qué?, todavía que se empuercan los pulmones ¿por qué deberíamos procurarlos?, pues simplemente porque, independientemente de las razones que iniciaron el consumo y al igual que cualquier adicto, no es una gripa que se quite con tecitos, reposo y en un par de días ya está; no, este tipo de dependencia a sustancias tóxicas requiere de tratamiento (algo así como los doce pasos de AA).
Habrá varios pensando que el cancer de pulmón, los enfisemas y otras enfermedades respiratorias a causa del tabaco son nuestra responsabilidad, otros, más cuadrados, pensarán que por atentar en contra de nuestro cuerpo merecemos morir; entonces, ¿qué hay de los problemas cardiácos asociados con la obesidad?, ¿de la ignorancia y falta de precauciones que han propagado el SIDA?, ¿la bulimia y la anorexia?. Aquí el punto no es vomitar encima de toda esa gente ni ofenderles nomás porque tengo derecho a expresarme arbitrariamente, se trata de la tolerancia, de no juzgarlos, y juzgarnos, tan a la ligera y sin conocer las razones que llevan al ser humano a explayar este sentimiento autodestructivo. Esto también se trata de comprensión.
Pero continuemos con los fumadores, y otro punto importante que nadie ha comentado es el autoritarismo en el que se aprobó esta ley. Igual que la bendita ley de radio y televisión, esta prohibición nos la metieron más a la fuerza que por gusto. Claro, cuando les conviene a los funcionarios hacen plebiscitos, que ya vimos que los usan para ganar simpatías, y cuando es a producto de gallina aplican la "democrática" ley de Herodes. Señores del pleno, ¿no se han dado cuenta que la represión y el autoritarismo es la peor forma de querer hacer valer las leyes?, y todavía salen dando entrevistas jactándose de que aplican iniciativas que son empleadas en los países del primer mundo, como si con eso nos pareciéramos a las potencias (en todo caso impulsen la economía, exportaciones, inversión extranjera, al campo, los recursos, eleven la calidad de vida, etc.). Lo más irónico es que pensando en que llevan a México al mismo paso que el vecino del norte, aplican, cada vez más, medidas represivas que apuntan no hacia el ombligo, hacia el vello púbico de América: Venezuela. Y no es en contra del país, ni las venezolanas que son, después de las mexicanas, de las más preciosas del continente; es la dictadura de un Chávez que a base de mordazas y amenazas hace valer quesque su democracia. Seguramente, yo me fuí beyond and far away of the don´t suck (por no decir más allá del no mames), ¿pero cuán alejados estamos, y cuán cercanos a tal realidad?. Y como me cagan los políticos, mejor ya no hablo de la doble moral que también se cargan al rechazar la iniciativa que protegía a los niños de que sus papis fumaran en el automóvil, y de las pocas cosas decentes que traía esa ley al principio.
Ahora bien, hablemos de otros involucrados que también tienen su corazoncito, la pléyade de empresarios, restauranteros y anexos que igualmente se van a joder. Si en estos lugares no se va a poder fumar es por la falta de previsión de, nuevamente, estos lords del Sith que nunca se preocuparon por hacer leyes que establecieran áreas de fumadores y no fumadores adecuados, con lo que ahora sólo podremos fumar en cafés o restaurantes que cuenten con terrazas y áreas al aire libre. Los 'Sangrons' y los 'RIP's' fácilmente podrán adecuarse estas medidas, pero ¿qué hay de las fonditas, comedores y otros restaurantes pequeños que realmente les cuesta uno y la mitad del otro para invertir diez, veinte o treinta mil pesos para adecuar sus 'changarritos'?. Ya de por sí tienen bastante con lo de la renta, pago de servicios e impuestos.
Definitivamente, esta ley no conoce malas intenciones, pero tampoco conoce estructura alguna. Formas para adecuarla de tal manera que ambas partes estuvieramos conformes sobraban. Y, pensándolo bien, si nos parecemos a los países de primer mundo con este tipo de leyes, muy pronto, como con el vecino del norte, veremos leyes donde sea ilegal atar a una jirafa a un poste, donde las peleas entre perros y gatos estén prohibidas, o que Paquita la del Barrio ya no pueda dar conciertos (ojalá hubiera una ley que prohibiera cosas como Niurka, la Academia o Big Brother en los medios). Salgamos a las calles a fumar, hasta que hartemos a los funcionarios y también nos prohiban hacerlo al aire libre. Y cuando lo hagan, yo les diré "o todos coludos o todos rabones..." así que también echémosle este trompo a la uña del drogadicto, del alcohólico, del funcionario corrupto, del que tira basura, del microbusero cafre, el sueldo mínimo de burla, etc. Tan fácil como decirlo, o aprobar una ley voluntariamente a fuerzas ¿no?. A ver como nos va, mientras tanto voy a encender un cigarro para tratar de digerirlo.
Update de mi mxrush76: La verdad es que yo difiero un poco del señor chacha porque yo no fumo y la verdad los fumadores por lo regular son unos irrespetuosos con los no-fumadores por lo que creo que es muy bueno que se reduzca la posibilidad de que los fumadores lo hagan frente nosotros los no fumadores
1 comentario:
Aprovecho el espacio para avisar que ya tengo el link de mi blog hacia esta página, así que para que los cebollazos sean recíprocos no sea malo y agregue el mío bajo el nombre de Confesiones a la Taza del Baño, please
http://terrorismogramatical.blogspot.com/
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