Con todo respeto para el señor Mxrush y en memoria de los Tiburones Rojos...
Foto: Medio Tiempo
Desgraciadamente, así es como luce el día de hoy un equipo de 1a. A.
Los Tiburones Rojos del Veracruz perdieron la categoría en el máximo circuito del fútbol mexicano trás perder 4-2 contra los Pumas.
Siendo objetivos, este resultado fue una especie de muerte anunciada, pues hubo varios momentos en el torneo que los
escualos no supieron aprovechar: la victoria en contra de los Tigres, que por un momento pudieron recortar diferencias con este equipo y meterlos de lleno al "tango" de la porcentual; un Veracruz-Puebla donde, teniendo la ventaja de ser local y contar con el apoyo de su público, dejaron ir el marcador, etc.; con los que al final se consuma el infierno por todos tan temido: el descenso.
Si buscamos culpables, nos quedaríamos cortos si únicamente señalamos a los once de la cancha. Hay mucha gente involucrada en esta tragedia del balompié mexicano -y cito "tragedia" porque, a pesar de no ser mi equipo, disfrutaba los juegos en una plaza que le daba color al torneo nacional.
La diferencia entre unos (Veracruz) y otros (Puebla), es la actitud. Mientras que el equipo de la franja dejó la vida en cada partido, y siendo su porcentaje un arma de doble filo (para descender o quedarse en la primera división), en el puerto vimos a unos Tiburones -que tendrían que agradecer al América por ser el peor equipo de la liga-, faltos de entrega y los ánimos que seguramente Chelis si supo transmitir a sus pupilos.
Otros, como los Tigres, pueden seguir 'poquiteando' su calidad de juego (inversamente proporcional a la cantidad que gastan en contrataciones), gracias a los privilegios de un descenso definido por la porcentual y que llega a ser bastante injusto para el equipo que recién asciende, o un gozo para equipos 'frijoleros' -como lo es hoy la carícatura de las 'wilas'- que se pueden dar el lujo de quedar en último lugar general sin que el viento los despeine.
Ojalá, y algún día, regresáramos a la definción por puntos. Y si así fuera... adivina, adivinador ¿qué equipo perdería la categoría en este torneo?
Cuando el niño era niño, era el tiempo de estas preguntas. ¿Por qué yo soy yo, y no soy tú? ¿Por qué estoy aquí y no allí? ¿Dónde comienza el tiempo y dónde acaba el espacio? ¿No es la vida bajo el Sol sólo un sueño? ¿No es lo que veo, oigo, y huelo, sólo el espejismo de un mundo antes del mundo? ¿Existe realmente el mal, y hay gente que es realmente malvada? ¿Cómo puede ser que yo, el que soy, no era el que fui tiempo atrás; y que algún día, ese que soy, no seré más el mismo?
